Resulta casi un lugar común afirmar que nos encontramos frente a una
crisis característica de nuestro tiempo, que coloca al artista en una
posición compleja frente a la real inserción de su trabajo en la sociedad
donde vive. El artista, ligado a toda una simbología, ha de expresarse
bajo un sistema de valoración que pareciera muchas veces predeterminado y
en constante cuestionamiento.
Las formas de comunicación de su trabajo son manejadas en la mayoría de
los
casos sólo por un grupo de especialistas, los cuales se convierten
a su vez en únicos mediadores
del mensaje entre éste y el público (críticos, curadores, galeristas,
museólogos) sustentando las bases sobre las que descansa
el aparataje del sistema del arte en la actualidad y al cual
haremos referencia como “ MAQUINA CONVERTIDORA”.
Hoy las tendencias y los planteamientos de los artistas contemporáneos
intentan desconstruir esas formas de “autoridad” establecidas, tratando de
generar distancias con los criterios de clasificación y valoración de las
instituciones avaladoras de la producción artística desde el propio
centro, traduciéndose en nuevos desafíos. Como ejercicio de diálogo,
planteamos la revisión, estudio y acercamiento de algunos casos que
ejemplifican tales
distanciamientos con el objetivo de formular interrogantes que permitan
identificar una sintomatología reveladora de presuntos conflictos en el
sistema
del arte.
La
intención del proyecto Agrietados es visibilizar desde
adentro el posible conflicto
sobre las distintas maneras de ver e interpretar la producción simbólica
en materia de diseño, arte, consumo y sociedad.
En este sentido, uno de los
criterios predominantes es, por un lado, proporcionar las herramientas
para hacer coincidir la materia prima del arte con
prácticas cotidianas como el consumo de productos por parte de una
gran mayoría, y por otro, acudir al encuentro con lo masivo desde adentro,
apuntando
a otra
forma de sintonización
con la realidad. Con esta estrategia
se pretende escapar a la fetichización impuesta, a las cargas y
significados aplicados tradicionalmente a la “obra de arte”. Incluso, como
línea central, los planteamientos de los artistas participantes en el
proyecto Agrietados, proponen difuminarse dentro de las múltiples
capas del escenario social, mezclarse con los imaginarios colectivos y sus
procesos de circulación, acortando así las distancias entre trabajo y
espectador-consumidor, allí donde los canales del sistema se alteran.
Resulta necesario atender a la emergencia de lo nuevo.
Ya
que todo
cambia, esté
cambiando
............reconsiderar...............repensar...............refundar........................
Nuevos modelos
Entendemos que para que se produzca el fenómeno de confrontación directa entre artista y público tienen que abrirse variadas vías y
mecanismos de presentación.
Creemos que hay que reformular el trabajo desde adentro – desde la exposición como estrategia que visibiliza
discursividades- y por
ello seguimos acudiendo a distintos espacios de confrontación pública,
pero asumiéndolos como experiencias de
relativa resistencia a que se siga viendo o mostrando el trabajo
desde una mirada fetichista, como suelen ser
exhibidos los objetos
artísticos, destinados a sobrevivir sobre un “pedestal”.
Agrietados
es un proyecto
indisciplinado, que aspira ir
disolviéndose cada vez en más
lugares de reunión pública desde, Caracas hasta otras grandes ciudades.
En esta edición de Agrietados
participan:
Adriana Barrios (Venezuela)
Irene Bou (Venezuela)
Mary Carmen Carrillo (Venezuela)
Nayarí Castillo (Venezuela)
Marianna
Collet (Venezuela)
Ximena Labra (México)
Ivoly Noguera (Venezuela)
Lupita Plata (Thais Chirinos) (Venezuela)
Silvia
Rodríguez (Venezuela)
Rosa Urdaneta (Venezuela)
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